Últimamente he estado algo liada. Tanta fiesta, tanto regalo, tante gente a la que ver... ¡¡si es que siempre he dicho que las navidades son unas vacaciones muy cortas!! Pero bueno, al final he encontrado algo de tiempo para pasarme por aquí :)
Hoy voy a escribir una entrada muy cortita y voy a dejar una canción que me recuerda a mi infancia y que últimamente he estado escuchando mucho en tiendas, bares, calles (sí, ahora hay altavoces colgando en las calles de La Laguna). Por esta sencilla razón es por lo que he dedicidido colgarla aquí. Se trata de una canción obra de un grupo que signifitaca mucho para mí. Creo que durante toda mi vida, siempre identificaré a The Pretenders con "mi primera toma de contacto con la música". Sus canciones Back on the chain gang, Stop your sobbing song, I'll stand by you, Brass in Pocket, entre otras muchas, formaron parte de mi infancia y no sólo eso, sino que también se convirtieron en las primeras canciones que canté. Al parecer, según me cuenta siempre mi padre, con dos añitos ya yo tarareaba "top, top, top" en un fallido intento de seguir la letra de Stop your sobbing song.
La canción que voy a dejar hoy por aquí se titula 2000 Miles y la verdad es que aparte de transmitir la imagen de Navidad, invierno, etc. cada vez que la escucho me transporto a mi infancia. La voz de Chrissie Hynde es mágica y suena en mi cabeza, cierro los ojos y estoy sentada en el suelo de mi antigua casa, junto al sofá rosa pegada a los altavoces del viejo equipo de música de mi padre, es genial... ¡Feliz Navidad a todos!
The snow is falling down,
it's colder day by day,
I miss you,
I can hear people singing, it must be Christmas time!
I hear people singing, it must be Christmas time!
martes, 28 de diciembre de 2010
lunes, 20 de diciembre de 2010
Homecoming
Estamos en diciembre y es Navidad. Todo el mundo lo sabe, es obvio. Pero para mí, el hecho de que sea Navidad (aparte de lo que todo ello implica), significa otra cosa, significa que vuelvo a casa. Vuelvo a ver a la familia y a los amigos. Durante los últimos años, eso es lo que más me gusta de la Navidad, volver a casa.
Me encanta volver a casa y comprobar con mis propios ojos que todo sigue igual, que todo sigue tal y como lo dejé, como si el tiempo se hubiera detenido, esperando mi llegada. Me encanta. Siento tranquilidad, tranquilidad al ver que mis amigos siguen ahí, que las calles de La Laguna siguen iguales (o a veces incluso más bonitas de lo que las recordaba), tranquilidad al ver que hago las mismas cosas que hacía antes de irme, tranquilidad al ver que todo me espera. Hoy me gustaría dejar por aquí algo de jazz, una canción que me encanta. La razón, muy sencilla: me transmite tranquilidad, cierro los ojos y todo es calma. Vuelvo a casa y se abre un paréntesis de dos semanas que me encanta y cada año es mejor, porque cada año me doy cuenta de que cada Navidad tengo más ganas de volver a casa que la Navidad anterior. La canción que dejo hoy es de Allen Toussaint, se titula A Dear Old Southland. Espero que la disfruten tanto como yo. Un saludo.
Me encanta volver a casa y comprobar con mis propios ojos que todo sigue igual, que todo sigue tal y como lo dejé, como si el tiempo se hubiera detenido, esperando mi llegada. Me encanta. Siento tranquilidad, tranquilidad al ver que mis amigos siguen ahí, que las calles de La Laguna siguen iguales (o a veces incluso más bonitas de lo que las recordaba), tranquilidad al ver que hago las mismas cosas que hacía antes de irme, tranquilidad al ver que todo me espera. Hoy me gustaría dejar por aquí algo de jazz, una canción que me encanta. La razón, muy sencilla: me transmite tranquilidad, cierro los ojos y todo es calma. Vuelvo a casa y se abre un paréntesis de dos semanas que me encanta y cada año es mejor, porque cada año me doy cuenta de que cada Navidad tengo más ganas de volver a casa que la Navidad anterior. La canción que dejo hoy es de Allen Toussaint, se titula A Dear Old Southland. Espero que la disfruten tanto como yo. Un saludo.
miércoles, 15 de diciembre de 2010
Enero, ¡ven ya!
Llevo como dos días pensando en la canción que iba a dejar en mi próxima entrada es decir, esta entrada. Sin embargo, hoy he decidido cambiar de opinión. La entrada de hoy se la voy a dedicar a una cantante que conocí hace poco. No sé por qué, pero esta cantante se ha convertido en una de esas cosas que pasan a veces (por lo menos a mí me pasa): piensas una palabra y, de repente, ahí estás, durante días parece que esa palabra aparece en boca de distintas personas, en distintas conversaciones, en distintas situaciones... En realidad no es que de repente el universo se haya puesto de acuerdo para que la gente que conforma tu círculo social más cercano utilice esa palabra, sino que simplemente nuestro subconsciente, por una razón o por otra, está más pendiente de encontrar o escuchar esa palabra en cada conversación que escuchamos o en cada situación en la que tomamos parte.
Resumiendo, esto es más o menos lo que me ha pasado con Adele. Hace un tiempo la descubrí y de repente ha empezado a aparecer en todos lados. El otro día vi que una amiga colgó un link con un vídeo suyo en una red social, luego en el metro no hago más que ver los carteles anunciando su nuevo disco. Ahora, otro amigo sube una canción de esta cantante a otra red social, ayer vi una entrada sobre ella en un blog que sigo... Vamos, que parece que el universo me está pidiendo que escuche sus canciones, alguien me está pidiendo que haga el esfuerzo de dedicarle una entrada.
Pero todo hay que decirlo, no hay que hacer ningún esfuerzo para escuchar la voz de Adele. Hacer un esfuerzo significa poner algo de fuerza de voluntad para hacer algo que normalmente es difícil o tedioso de hacer. Con Adele es diferente. Simplemente pones una canción y ya está, bienvenidas sean las demás. No sé explicar muy bien lo que me transmiten sus canciones pero su voz es única y sus letras, auténticas. Desde aquí, animo a todo el que no la conozca a descubrirla, no se arrepentirán. Termino con una buena noticia: en enero, nuevo de disco de Adele, se llamará 21. Por ahora, no nos queda otra que disfrutar de un pequeño adelanto, su nuevo single Rolling in the Deep. Enero, ¡ven ya!
Resumiendo, esto es más o menos lo que me ha pasado con Adele. Hace un tiempo la descubrí y de repente ha empezado a aparecer en todos lados. El otro día vi que una amiga colgó un link con un vídeo suyo en una red social, luego en el metro no hago más que ver los carteles anunciando su nuevo disco. Ahora, otro amigo sube una canción de esta cantante a otra red social, ayer vi una entrada sobre ella en un blog que sigo... Vamos, que parece que el universo me está pidiendo que escuche sus canciones, alguien me está pidiendo que haga el esfuerzo de dedicarle una entrada.
Pero todo hay que decirlo, no hay que hacer ningún esfuerzo para escuchar la voz de Adele. Hacer un esfuerzo significa poner algo de fuerza de voluntad para hacer algo que normalmente es difícil o tedioso de hacer. Con Adele es diferente. Simplemente pones una canción y ya está, bienvenidas sean las demás. No sé explicar muy bien lo que me transmiten sus canciones pero su voz es única y sus letras, auténticas. Desde aquí, animo a todo el que no la conozca a descubrirla, no se arrepentirán. Termino con una buena noticia: en enero, nuevo de disco de Adele, se llamará 21. Por ahora, no nos queda otra que disfrutar de un pequeño adelanto, su nuevo single Rolling in the Deep. Enero, ¡ven ya!
jueves, 9 de diciembre de 2010
E .
Los conocí gracias a mi hermano. El nombre, algo raro, Eels, pero eso es lo de menos porque la verdad, son buenos, o por lo menos a mí me encantan. Hoy les voy a dedicar esta entrada porque ayer escuché una canción que no escuchaba desde hace tiempo y ahora de nuevo, no puedo parar de escucharlos.
Eels está compuesto por un único miembro fijo, Mark Oliver Everett (más conocido como E.), ya que el resto de miembros van rotando, unas veces son unos sobre el escenario y otras veces son otro los que graban en el estudio pero la verdad es que no importa, porque siempre suenan de maravilla. La verdad es que tengo que decir que todos los discos que he escuchado me gustan pero si tuviera que elegir uno sería sin duda Hombre Lobo. He de decir que hoy lo he tenido bastante difícil para elegir una canción que poner aquí ya que al principio he pensado hacer una "doble entrada" como la última que escribí pero no, tengo que proponerme una canción por día. Así que sin más, les dejo con la canción elegida. El título: Prizefighter.
Eels está compuesto por un único miembro fijo, Mark Oliver Everett (más conocido como E.), ya que el resto de miembros van rotando, unas veces son unos sobre el escenario y otras veces son otro los que graban en el estudio pero la verdad es que no importa, porque siempre suenan de maravilla. La verdad es que tengo que decir que todos los discos que he escuchado me gustan pero si tuviera que elegir uno sería sin duda Hombre Lobo. He de decir que hoy lo he tenido bastante difícil para elegir una canción que poner aquí ya que al principio he pensado hacer una "doble entrada" como la última que escribí pero no, tengo que proponerme una canción por día. Así que sin más, les dejo con la canción elegida. El título: Prizefighter.
domingo, 5 de diciembre de 2010
Pacto con el diablo
Hace tiempo que no dejo ninguna canción por aquí, ya va siendo hora de actualizar esto.
Hoy, en lugar de dejar una canción, voy a dejar dos, ea. Vamos a decir que se trata de una "doble entrada", a lo mejor es que estoy contenta porque me estoy contagiando del espíritu navideño que invade las calles de Londres, no lo sé. Ambas canciones son clásicos del blues, canciones muy famosas, obra del que probablemente sea, uno de los cantantes de blues más misteriosos que hayan existido nunca: Robert Johnson.
Probablemente el aspecto más conocido de la poco documentada vida de Robert Johnson sea el famoso "pacto con el diablo". Según cuenta la leyenda, una noche el músico acudió con su guitarra a un cruce de carreteras cerca de la Plantación Dockery en Clarksdale, Mississippi y allí se encontró con un hombre alto vestido completamente de negro. El hombre cogió la guitarra de Johnson, tocó algunos acordes y luego devolvió el instrumento a su dueño. A cambio de su alma, el diablo concedió al músico un completo dominio del instrumento y contribuyó así a la creación de uno de los blues más famosos de la historia y gracias al cual Robert Johnson se haría mundialmente famoso. Aquel blues se titularía Cross Road Blues.
Independientemente de que la leyenda sea cierta o no, lo que sí sabemos es que Robert Johnson murió muy joven (27 años) y su repertorio musical por lo tanto, no es muy amplio. Sin embargo, en numerosas ocasiones se lo ha considerado el padre del blues y sus canciones han sido versionadas por músicos como Stevie Ray Vaughan, The Rolling Stones, Eric Clapton, entre otros muchos. Hoy, por lo tanto, dedico esta entrada a este músico y no sólo dejo el famoso blues del cruce de carreteras allá por algún lugar de Mississippi, sino que también dejo esa famosa canción mediante la cual se invital al oyente a visitar la ciudad de Chicago, siempre a ritmo de blues, siempre a ritmo de Johnson.
Hoy, en lugar de dejar una canción, voy a dejar dos, ea. Vamos a decir que se trata de una "doble entrada", a lo mejor es que estoy contenta porque me estoy contagiando del espíritu navideño que invade las calles de Londres, no lo sé. Ambas canciones son clásicos del blues, canciones muy famosas, obra del que probablemente sea, uno de los cantantes de blues más misteriosos que hayan existido nunca: Robert Johnson.
Probablemente el aspecto más conocido de la poco documentada vida de Robert Johnson sea el famoso "pacto con el diablo". Según cuenta la leyenda, una noche el músico acudió con su guitarra a un cruce de carreteras cerca de la Plantación Dockery en Clarksdale, Mississippi y allí se encontró con un hombre alto vestido completamente de negro. El hombre cogió la guitarra de Johnson, tocó algunos acordes y luego devolvió el instrumento a su dueño. A cambio de su alma, el diablo concedió al músico un completo dominio del instrumento y contribuyó así a la creación de uno de los blues más famosos de la historia y gracias al cual Robert Johnson se haría mundialmente famoso. Aquel blues se titularía Cross Road Blues.
Independientemente de que la leyenda sea cierta o no, lo que sí sabemos es que Robert Johnson murió muy joven (27 años) y su repertorio musical por lo tanto, no es muy amplio. Sin embargo, en numerosas ocasiones se lo ha considerado el padre del blues y sus canciones han sido versionadas por músicos como Stevie Ray Vaughan, The Rolling Stones, Eric Clapton, entre otros muchos. Hoy, por lo tanto, dedico esta entrada a este músico y no sólo dejo el famoso blues del cruce de carreteras allá por algún lugar de Mississippi, sino que también dejo esa famosa canción mediante la cual se invital al oyente a visitar la ciudad de Chicago, siempre a ritmo de blues, siempre a ritmo de Johnson.
lunes, 29 de noviembre de 2010
It ain't me babe, it ain't me you're looking for...
¿y lo difícil que es decirle a alguien que no le quieres? ¿y lo difícil que es que te digan que no te quieren?
La última entrada que escribí, la escribí, como dije, después de haber visto una película basada en la vida de Johnny Cash.
Pues bien, la entrada de hoy sigue teniendo algo que ver con la película, aunque no se trata precisamente de una canción de Johnny Cash la que voy a dejar por aquí. El caso es que desde que vi la película en cuestión no he podido sacarme la canción de la cabeza. Y es que en Walk the Line, hay una escena en la que los protagonistas interpretan una versión de una canción que pude reconocer despúes de escuchar tan sólo las primeras notas debido (una vez más) a que mi padre, cuando yo era pequeña, solía ponerla en el coche, en casa o simplemente solía cantarla de vez en cuando.
Se trata de una canción de un músico al que en muchas ocasiones, aparte de músico, la gente suele considerarlo un poeta. Incluso he escuchado en alguna que otra ocasión, decir de él que no tiene una buena voz como contante pero que nadie compone, ni escribe como él. La canción es bastante conocida, y la verdad es que me atrevería a decir, que, de entre todas las canciones de Bob Dylan, ésta es una de mis preferidas. Dylan compuso esta canción en 1964 y a lo largo de los años ha sido versionada por numerosos cantantes aparte de Johnny Cash.
Para terminar y como curiosidad, añado que existe una versión cantada por Bob Dylan a dúo con Janis Joplin, muy buena por cierto, aunque estaba claro que yo, fan incondicional de Janis, no iba a decir lo contrario.
La última entrada que escribí, la escribí, como dije, después de haber visto una película basada en la vida de Johnny Cash.
Pues bien, la entrada de hoy sigue teniendo algo que ver con la película, aunque no se trata precisamente de una canción de Johnny Cash la que voy a dejar por aquí. El caso es que desde que vi la película en cuestión no he podido sacarme la canción de la cabeza. Y es que en Walk the Line, hay una escena en la que los protagonistas interpretan una versión de una canción que pude reconocer despúes de escuchar tan sólo las primeras notas debido (una vez más) a que mi padre, cuando yo era pequeña, solía ponerla en el coche, en casa o simplemente solía cantarla de vez en cuando.
Se trata de una canción de un músico al que en muchas ocasiones, aparte de músico, la gente suele considerarlo un poeta. Incluso he escuchado en alguna que otra ocasión, decir de él que no tiene una buena voz como contante pero que nadie compone, ni escribe como él. La canción es bastante conocida, y la verdad es que me atrevería a decir, que, de entre todas las canciones de Bob Dylan, ésta es una de mis preferidas. Dylan compuso esta canción en 1964 y a lo largo de los años ha sido versionada por numerosos cantantes aparte de Johnny Cash.
Para terminar y como curiosidad, añado que existe una versión cantada por Bob Dylan a dúo con Janis Joplin, muy buena por cierto, aunque estaba claro que yo, fan incondicional de Janis, no iba a decir lo contrario.
domingo, 21 de noviembre de 2010
The Man in Black
Ayer vi una película que me encantó. Se trata de una película basada en la vida de un músico. Un músico que era conocido por vestir siempre de negro, lo que le valió el apodo de the man in black. Un músico que empezaba sus conciertos con una sencilla frase: Hello, I'm Johnny Cash. La verdad es que tengo que decirlo, nunca he sido muy fan de su música, pero antes de ver la película ya había escuchado algunas de sus canciones ya que a veces alguna que otra sonaba de fondo en mi casa cuando era pequeña.
La película vale la pena, la recomiendo, sobre todo a los amantes de Cash y de su música. Además, Joaquin Phoenix hace un trabajo digno de admirar.
Como he dicho, nunca he sido fan de Johnny Cash, sin embargo, hoy esta entrada se la dedico porque desde ayer no he podido parar de escuchar la canción que da título a la película, "Walk the Line". Desde luego, de ahora en adelante creo que tengo un nuevo músico al que descubrir. Más vale tarde que nunca ¿no?
La película vale la pena, la recomiendo, sobre todo a los amantes de Cash y de su música. Además, Joaquin Phoenix hace un trabajo digno de admirar.
Como he dicho, nunca he sido fan de Johnny Cash, sin embargo, hoy esta entrada se la dedico porque desde ayer no he podido parar de escuchar la canción que da título a la película, "Walk the Line". Desde luego, de ahora en adelante creo que tengo un nuevo músico al que descubrir. Más vale tarde que nunca ¿no?
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Desde luego, estos chicos saben lo que hacen
No hace mucho que conocí la música de estos chicos, pero ya puedo afirmar que estoy totalmente enganchada a cada uno de los discos que componen su discografía. Americanos, concretamente de Ohio, The Black Keys tienen un sonido auténtico, una guitarra y una batería, no les hace falta nada más.
Hace unos días tuve la oportunidad de ir a uno de sus conciertos aquí en Londres y, tengo que decirlo porque si no, reviento: un directo increíble, desde el primer segundo hasta el último. No hay más que ver como se desenvuelven en el escenario, estos chicos saben lo que hacen. Hoy voy a dejar una de sus canciones, pero recomiendo encarecidamente escuchar toda la discografía a todo aquel que se quede con ganas de más después de escuchar esto, tal y como me pasó a mí.
Hace unos días tuve la oportunidad de ir a uno de sus conciertos aquí en Londres y, tengo que decirlo porque si no, reviento: un directo increíble, desde el primer segundo hasta el último. No hay más que ver como se desenvuelven en el escenario, estos chicos saben lo que hacen. Hoy voy a dejar una de sus canciones, pero recomiendo encarecidamente escuchar toda la discografía a todo aquel que se quede con ganas de más después de escuchar esto, tal y como me pasó a mí.
domingo, 14 de noviembre de 2010
"Maybe..."
"I swallow down all of my fears,
with a bottle made of silver
i've only been here for 27 years
but already my life is over"
Hoy me apetece dejar una canción de una cantante a la que podría escuchar durante horas. ¡Qué digo horas! Durante semanas o incluso meses, sin cansarme. Por desgracia, vivió poco. Sin embargo, su legado musical fue increíble y tras su temprana muerte (27 años) dejó a todo el mundo preguntándose ¿qué habría pasado en el mundo de la música si esta mujer hubiera vivido más años? Habría sido increíble. Simplemente increíble. Pero como se suele decir, lo bueno dura poco.
Como otros muchos cantantes, esta mujer entró en mi vida gracias a mi padre. Él me la presentó. Y a menudo me contaba cómo practicamente siempre cantaba ebria o drogada, "una auténtica pena" me decía. Pero aún así, con cada vídeo que mi padre me enseñaba, con cada directo suyo que escuchaba, yo observaba atónita, cómo aquella mujer interpetaba sus canciones como nadie lo hacía. Esa fuerza, esa voz desgarrada tan característica, cómo parecía que vivía cada palabra de las letras de sus canciones. Mi padre me contó que tuvo un affair con Leonard Cohen, del que se dice, que se enamoró de ella. Fruto de ese affair nació una canción que Cohen dedicó a Janis, Chelsea Hotel #2 ("I remember you well in the Chelsea Hotel, you were famous, your heart was a legend...").
Probablemente, otro día volveré a dedicar una entrada a esta mujer porque la verdad es que son muchas las canciones que considero auténticas obras de arte. La que voy a dejar hoy, es una que he estado escuchando mucho últimamente y con un poco de suerte "maybe" les suena :)
with a bottle made of silver
i've only been here for 27 years
but already my life is over"
Hoy me apetece dejar una canción de una cantante a la que podría escuchar durante horas. ¡Qué digo horas! Durante semanas o incluso meses, sin cansarme. Por desgracia, vivió poco. Sin embargo, su legado musical fue increíble y tras su temprana muerte (27 años) dejó a todo el mundo preguntándose ¿qué habría pasado en el mundo de la música si esta mujer hubiera vivido más años? Habría sido increíble. Simplemente increíble. Pero como se suele decir, lo bueno dura poco.
Como otros muchos cantantes, esta mujer entró en mi vida gracias a mi padre. Él me la presentó. Y a menudo me contaba cómo practicamente siempre cantaba ebria o drogada, "una auténtica pena" me decía. Pero aún así, con cada vídeo que mi padre me enseñaba, con cada directo suyo que escuchaba, yo observaba atónita, cómo aquella mujer interpetaba sus canciones como nadie lo hacía. Esa fuerza, esa voz desgarrada tan característica, cómo parecía que vivía cada palabra de las letras de sus canciones. Mi padre me contó que tuvo un affair con Leonard Cohen, del que se dice, que se enamoró de ella. Fruto de ese affair nació una canción que Cohen dedicó a Janis, Chelsea Hotel #2 ("I remember you well in the Chelsea Hotel, you were famous, your heart was a legend...").
Probablemente, otro día volveré a dedicar una entrada a esta mujer porque la verdad es que son muchas las canciones que considero auténticas obras de arte. La que voy a dejar hoy, es una que he estado escuchando mucho últimamente y con un poco de suerte "maybe" les suena :)
miércoles, 10 de noviembre de 2010
Extraña fruta que cuelga de los árboles...
Hoy voy a dejar una canción de una mujer a la que más o menos ya he dedicado algunas palabras en este blog. La primera entrada que escribí, la escribí escuchando una de sus canciones y por eso decidí poner una canción suya en dicha entrada. Y luego, en la última entrada que escribí, a pesar de estar dedicada a Madeleine Peyroux, creo que nombré más a Billie que a la protagonista de la entrada...
Esta canción que dejo hoy, es un clásico, no sólo por la calidad musical sino por lo que esta canción y, sobre todo la letra, significa, si tenemos en cuenta el momento de la historia en el que Billie la cantó. La canción data del año 1939 y fue una de las obras de arte que predicó con más fuerza la lucha en contra de los linchamientos contra los negros en los estados del sur de EE.UU. Además, el título de la canción se convirtió en uno de los lemas del movimiento por los derechos civiles en Estados Unidos.
Billie Holiday cantó esta canción en el Café Society de Nueva York, un club al que acudían sobre todo liberales e intelectuales de izquierdas y uno de los primeros clubes en los que, a pesar de ser visitado mayoritariamente por blancos, se atendía por igual a blancos y a negros. Al parecer, Billie al principio dudó sobre si cantar o no la canción. Sin embargo, finalmente la cantó para cerrar su actuación aquel día. Tras su interpretación, el público quedó en silencio y tras unos segundos, comenzaron a oirse tímidos aplausos. Hasta aquel momento las interpretaciones que se habían hecho del poema escrito por Aber Meeropol (originalmente titulado Bitter Fruit) habían sido cantos de batalla pero cuando Billie interpretó la canción en el Café Society, convirtió la canción en un discurso con una fuerza impresionante, un discurso cantado, un llanto sin lágrimas, pues Billie, durante la interpretación de Strange Fruit parece, literalmente, "llorar con la voz".
sábado, 30 de octubre de 2010
"Was I?", cortesía de Madeleine
La canción que voy a dejar hoy por aquí es de una mujer a la que admiro desde hace tiempo. Tuve la suerte de ir a uno de sus conciertos porque, no sólo yo, sino que todos los tinerfeños tuvimos la suerte de que Madeleine nos incluyera en su agenda de conciertos hace un par de años (¡gracias!).
La verdad es que tenía pensado dedicarle una entrada mucho mejor que esta, porque desde mi punto de vista, la señora lo merece. El caso es que hoy, debido a una serie de sucesos que tuvieron lugar anoche (sí, como en la canción, hubo alcohol de por medio pero no, no fui yo la protagonista de la noche sino una amiga), la canción relata más o menos la noche de ayer y la verdad es que le va al dedillo y llevo pensándolo todo el día.
Sucesos etílicos aparte, me gustaría añadir una de las razones por las que admiro a esta mujer. Sé que a menudo se dice de las comparaciones que son odiosas pero allá va: dicha razón es, simple y llanamente, (y cualquiera que comparta mis gustos musicales estará de acuerdo conmigo y asentirá cuando lea esto), que escuchar sus canciones con los ojos cerrados es como teletransportarse al reinado de Eleanora Fagan (Billie Holiday para los amigos) allá por los años 30 ó 40. Sin embargo, decir de tu voz que se parece a la de Billie Holiday no es una comparación, y mucho menos, odiosa. Decir de tu voz y de tu música, que recuerda a la de la "lady del jazz", es como decir que el destino nos ha dado una segunda oportunidad, a todos los que no existíamos durante el reinado musical de Billie, para disfrutar de una de las mejores voces del blues y del jazz. No desperdiciemos esta oportunidad. Con todos ustedes, Madeleine Holiday :)
La verdad es que tenía pensado dedicarle una entrada mucho mejor que esta, porque desde mi punto de vista, la señora lo merece. El caso es que hoy, debido a una serie de sucesos que tuvieron lugar anoche (sí, como en la canción, hubo alcohol de por medio pero no, no fui yo la protagonista de la noche sino una amiga), la canción relata más o menos la noche de ayer y la verdad es que le va al dedillo y llevo pensándolo todo el día.
Sucesos etílicos aparte, me gustaría añadir una de las razones por las que admiro a esta mujer. Sé que a menudo se dice de las comparaciones que son odiosas pero allá va: dicha razón es, simple y llanamente, (y cualquiera que comparta mis gustos musicales estará de acuerdo conmigo y asentirá cuando lea esto), que escuchar sus canciones con los ojos cerrados es como teletransportarse al reinado de Eleanora Fagan (Billie Holiday para los amigos) allá por los años 30 ó 40. Sin embargo, decir de tu voz que se parece a la de Billie Holiday no es una comparación, y mucho menos, odiosa. Decir de tu voz y de tu música, que recuerda a la de la "lady del jazz", es como decir que el destino nos ha dado una segunda oportunidad, a todos los que no existíamos durante el reinado musical de Billie, para disfrutar de una de las mejores voces del blues y del jazz. No desperdiciemos esta oportunidad. Con todos ustedes, Madeleine Holiday :)
jueves, 28 de octubre de 2010
"¿Italia?" "No, Nueva Orleans..."
Hoy me apetece dejar por aquí una canción que no conocía y que tal vez nunca en mi vida habría escuchado si no fuera por una gran serie de televisión en la que la música y la ciudad de Nueva Orleans son las protagonistas indiscutibles. Probablemente, debido a la influencia italiana de la canción y del propio cantante, cualquiera que cierre los ojos mientras la escucha podría transportarse mentalmente a Italia (Roma, Venecia, Florencia, tal vez Milán). Sin embargo, gracias a la forma en la que yo personalmente descubrí la canción, la escucho, cierro los ojos y ahí estoy: en Nueva Orleans, en algún bar en el que entre el humo del tabaco y el olor del alcohol, alguien toca de fondo esta canción sin que nadie parezca prestar mucha atención a lo que sucede ahí al fondo, en el escenario. Ahora, denle al play, cierren los ojos y transpórtense a algún lugar durante unos minutos. Si han visto la serie de televisión a lo mejor les pasa lo mismo que a mí. Si no, probablemente viajen a otro lugar e imaginarán una escena diferente, miles de escenas diferentes con un denominador común: en todas nos dan las buenas noches en italiano...
jueves, 21 de octubre de 2010
"El León de Belfast"
Bueno, ya que me he decidido a dedicar este blog a la música, creo que me pasaré por aquí de vez en cuando dejando algunas de las que, en mi opinión, son canciones que todo el mundo debería escuchar alguna vez en su vida. Hoy me apetece dejar una, obra de un hombre que desde que lo escuché por primera vez (jamás olvidaré ese Into the mystic) ha marcado mi vida, un hombre que ha sido el protagonista del que me atrevería a decir que fue "el mejor concierto al que he ido en mi vida", un hombre con el que, si le sacas una foto en un concierto, corres el riesgo de que se vaya del escenario, cancele el concierto y te quedes con la boca abierta después de haber pagado un dineral por la entrada, un hombre que no saluda, un hombre que suele dar sus conciertos con gafas de sol oscuras y sombrero mientras parece que intenta esconderse para que la luz de los focos no lo alcance. Un hombre que este sábado, 24 de octubre, da un concierto en el Royal Albert Hall de Londres, y yo estoy en Londres, pero... todo vendido desde hace tres meses o más. Una auténtica pena.
Por cierto, una vez lei que lo llamaban el "León de Belfast".
Por cierto, una vez lei que lo llamaban el "León de Belfast".
domingo, 3 de octubre de 2010
In my solitude me he dado cuenta...
Me he dado cuenta de que me encantas. Me he dado cuenta de que durante el día, hay pocas cosas que hago sin estar contigo al mismo tiempo. Me he dado cuenta de que soy capaz de pasarme horas buscándote en internet, obra de maestros, conocidos por muchos, pero que para mí, hasta ese momento, eran desconocidos y por lo tanto a partir de ese momento son MI descubrimiento. Me he dado cuenta de que cuando me llegas, puedo repetir mil veces y volver a estar contigo como si fuera la primera vez. Me he dado cuenta de que mi estado de ánimo puede cambiar considerablemente (generalmente a mejor) si estás conmigo. Me he dado cuenta de que podría pasarme horas y horas tratando de entender cada una de tus palabras, porque en mi caso, me gustas más si no hablas español (y no se trata de nada personal contra el español, es sólo una casualidad). Me he dado cuenta de que de pequeña no había noche que no me durmiera contigo. Me he dado cuenta de que cuando tenía dos o tres años, ya intentaba seguirte ("top, top, top"). Me he dado cuenta de que he estado contigo prácticamente toda mi vida (cómo olvidar esos momentos en los que mi padre me llama para decirme "ven un momento ¿tu has escuchado esto?", a lo que yo casi siempre respondo "no" y a lo que mi padre contesta "joder, es que no tienes ni idea..."). Me he dado cuenta de que me encanta descubrir tus orígenes, la idea de la que surges y la razón por la cual te escriben con esas palabras y no con otras. Me he dado cuenta de que podría ir a "verte" todos los días. Me he dado cuenta de me encanta estar contigo de fondo, en vivo y en directo, mientras me tomo algo en un bar. Me he dado cuenta de que pasarán muchos años antes de que pueda responder "¿bromeas? pues claro que lo he escuchado" cuando mi padre intente presentarme a otro de los tuyos. Me he dado cuenta de que mi hermano es igual que yo. Me he dado cuenta de que a mi madre, aunque se le note menos, también le gustas. Me he dado cuenta de que me encantas. Me he dado cuenta. Me he dado cuenta de que me encanta la música.
En Londres, a 3 de octubre de 2010 a las 3:29 am.
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