lunes, 20 de diciembre de 2010

Homecoming

Estamos en diciembre y es Navidad. Todo el mundo lo sabe, es obvio. Pero para mí, el hecho de que sea Navidad (aparte de lo que todo ello implica), significa otra cosa, significa que vuelvo a casa. Vuelvo a ver a la familia y a los amigos. Durante los últimos años, eso es lo que más me gusta de la Navidad, volver a casa.

Me encanta volver a casa y comprobar con mis propios ojos que todo sigue igual, que todo sigue tal y como lo dejé, como si el tiempo se hubiera detenido, esperando mi llegada. Me encanta. Siento tranquilidad, tranquilidad al ver que mis amigos siguen ahí, que las calles de La Laguna siguen iguales (o a veces incluso más bonitas de lo que las recordaba), tranquilidad al ver que hago las mismas cosas que hacía antes de irme, tranquilidad al ver que todo me espera. Hoy me gustaría dejar por aquí algo de jazz, una canción que me encanta. La razón, muy sencilla: me transmite tranquilidad, cierro los ojos y todo es calma. Vuelvo a casa y se abre un paréntesis de dos semanas que me encanta y cada año es mejor, porque cada año me doy cuenta de que cada Navidad tengo más ganas de volver a casa que la Navidad anterior. La canción que dejo hoy es de Allen Toussaint, se titula A Dear Old Southland. Espero que la disfruten tanto como yo. Un saludo.

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